Siempre me emociona que nuevas marcas lleguen a nuestro país porque siento que habla bien de nosotros como consumidores. En esta ocasión te hablaré de una nueva fragancia. ¿Otra? Sip… Porque honestamente las mujeres nunca tenemos suficientes perfumes (and that’s a fact #sorrynotsorry).
Se llama Alaia, al igual que su diseñador, Azzedine Alaia, quien es mega hiper reconocido dentro de la industria de la moda y cuya firma es el troquelado. Mira que yo no soy tan fashionista, pero nos mostraron unas cosas divinas; los zapatos están que te mueres y ni qué decir de los brazaletes y los corsés de cuero. Dicen que sus vestidos te hacen cuerpazo; a mí no creo que me alcance para ninguno, pero los han lucido celebs como Lady Gaga, Naomi Campbell, Linda Evangelista y Stephanie Seymour, por mencionar algunas. Por cierto que es escultor de profesión, de ahí su obsesión por resaltar la figura femenina: busto, cintura, caderas, ¡arriba las curvas!
La nariz de este Eau de Parfum es Marie Salamagne, quien lo creó pensando en las indicaciones del diseñador: “el olor del agua fría sobre la cal ardiente” (ahora vamos a pensarla dos veces antes de criticar a nuestros jefes por «indicaciones abstractas» #jaja). Técnicamente la pirámide del perfume se compone de tres impresiones: fresca, floral y de piel.
- Notas aéreas y pimienta rosa
- Freesia y peonia (mi ingrediente favorito)
- Notas animales y almizcle

El frasco es obra del diseñador Martin Szekely, quien lo describe como “un objeto fetiche destinado a las mujeres”. Es de un vidrio negro traslúcido súper elegante adornado con el icónico troquelado de Alaia. El tapón es dorado y semeja una bobina de hilo de oro. La caja es nude y sobre ella destacan las letras en color negro. Como ves, han cuidado hasta el más mínimo detalle.
El poster de la campaña me encantó también. El fotógrafo fue Paolo Roversi, el pelo estuvo a cargo de Julien d’Ys y la imagen es la top model americana Guinevere van Seenus. Por cierto que Alaia sale chiquito chiquito… por un momento pensé que era enano, pero no, simplemente le vale. ¡Ah! Last but not least, la música del comercial —¡muy linda!— la compuso Nicolas Godin, del grupo Air. Si quieres verlo, da click aquí.
