Rubia divertida, pelirroja atrevida, castaña irresistible o morena misteriosa.
Lo primero antes de elegir un nuevo tinte es determinar tu “paisaje natural”.
Descífralo en 3 pasos:
- Observa las venas detrás de tus muñecas. ¿Se ven verdes o azules?
Si se ven verdes, eres cálida. Si se ven azules, eres fría. - Ahora fíjate en tus ojos. ¿Cambian de color o se ven siempre igual?
Si cambian, eres cálida. Si siempre lucen igual, eres fría. - Finalmente, el cabello. ¿Se altera con el sol?Si se te aclara, eres cálida.
Si se te hacen matices rojos, eres fría.
De acuerdo con Ana Orozco, experta en imagen:
- Las mujeres con tonalidad fría deben elegir colores para el cabello como negro, castaño natural y oscuro, rubio cenizo y rojo intenso.
- A las mujeres con tonalidad cálida les favorecen tonos como rubios dorados, castaños claros, castaños dorados, castaños cobrizos y rojos dorados.
“El objetivo de establecer a qué tono pertenecemos es poder utilizar los colores que más nos favorecen logrando lucir más luminosas y resplandecientes, y así resaltar lo mejor de nosotras”, dice Ana.