Como todo en el mundo, hay bloggers educados y profesionales, y hay seudo-bloggers que dan miedo. ¿Cómo ser del primer grupo? Checa estas siete reglas básicas:
1) LA RAZÓN DE SER. Como dicen en la Kabbalah, la semilla es bá-si-ca. Si el objetivo es hacerte famosa, recibir regalos, asistir a eventos y viajar, ¡tache! Esos son beneficios que se dan por añadidura cuando haces bien tu trabajo, pero no pueden ser la razón principal para abrir un blog.
2) TU HUMILDE –Y VALIOSA– OPINIÓN. Ser blogger no nos convierte en celebridades o figuras públicas, ni en gurús o coaches. Entre más personalizado sea tu blog, mejor. Anuncios hay muchos, queremos conocer tu experiencia personal, que nos des tu opinión particular.
3) EL MUNDO DEL BLUFF. Si sientes que eres demasiado pobre/equis/normal para ser blogger, quizá estés equivocada. El 90% de los bloggers en realidad no tiene ni tanto dinero ni tanta diversión ni tan buenos genes. ¿La clave de su “felicidad”? Acuerdos con marcas y apps de retoque.
4) EL PEZ POR LA BOCA MUERE. Criticar a diestra y siniestra –a otras bloggers, editoras o ejecutivos de relaciones públicas (RPs)– no sólo es de mal gusto y terrible educación, sino que juega en tu contra. Recuerda que “lo que Juan dice de Pedro dice más de Juan que de Pedro”.
5) ¿AMIGOS NUEVOS? NOT REALLY. No confundas una buena relación laboral con una de amistad. Quizá haya RPs con los que hagas súper click y a la larga nazca una amistad, pero son muy contados los casos. Lo mejor es mantener el trato a nivel profesional, así que no, no los invites a echar unos drinks, no les mandes mensajes en fines de semana y no invites a tus amigos a los eventos de sus marcas. En el 90% de los casos las invitaciones son personales e intransferibles.
6) ¿INVENTAS LA RUEDA? El objetivo de un blog es compartir tu experiencia sobre aquello que te apasiona, llámese comida, vinos, viajes, moda, belleza, ejercicio, perros, etc. Pero hay que mantenerlo real y transparente. No aparentes algo que no eres o no tienes. Acuérdate que los seres humanos conectamos mejor con la vulnerabilidad que con la fama y la fortuna. Si no me crees, ve la plática de Brené Brown en Netflix.
7) SÉ PROFESIONAL. Si decides que lo tuyo es ser blogger, hazlo, ¡pero hazlo bien! Inviértele tiempo, dinero y esfuerzo. Si la ortografía o la redacción –o las dos– te fallan, inscríbete a un curso. Es muy importante que antes de lanzarlo diseñes una estrategia y te prepares para que haya coherencia entre tus redes, el contenido y tu imagen. ¡¡Acuérdate que todo comunica!!
Así que ya sabes, si quieres abrir tu blog, tómatelo en serio (un buen inicio es tomar mi curso de ¿Cómo abrir mi propio blog?); si le pones mente y corazón, ¡¡seguro la armas en grande!! Ahí están los casos de Yuya, Chiara y Zoella para demostrarlo.