Cada día más mujeres utilizamos un jabón líquido especial para la higiene de la zona íntima en lugar de uno convencional. Si todavía no eres de este grupo, aquí te van 5 razones por las que deberías reconsiderar y hacerle un huequito en la regadera.
1) Esta zona posee características distintas al resto del cuerpo. Su pH regular es entre 4.5 y 5.5. Si es menor se considera ácido y si es mayor, alcalino. Aunque, efectivamente, cambia según la producción de hormonas de acuerdo con la etapa de la mujer y factores externos como el estrés y las emociones.
2) La función principal de estos jabones es restablecer el pH natural de la zona evitando que seamos más propensas a adquirir una enfermedad.
3) Existen varios en el mercado y eres libre es elegir el que más te guste. Sólo fíjate que sea hipoalergénico y esté dermatológica y ginecológicamente probado. También revisa que no contenga alcohol ni fragancia. Dato cultural: contrario a lo que podríamos pensar, entre menos espuma haga, mejor.
4) La piel de esta zona es siete veces más absorbente que la del resto del cuerpo. Por esta misma permeabilidad, es importante usarlo en dosis pequeñas. La cantidad ideal es como del tamaño de una moneda de 2 pesos.
5) No está contraindicado para nadie. Lo podemos usar todas a partir de la primera menstruación y hasta el climaterio y menopausia. Sin caer en el exceso, es perfecto para el diario (incluso hasta dos o tres veces al día).
Úsalo en la ducha y aplícalo directamente. ¡Ojo!: si bien no es un producto intravaginal, sí debes separar los labios, pues ahí donde hay mayor secreción, dice el Dr. Jorge González. Talla ligeramente y enjuaga con abundante agua.
Los que yo he probado y que te recomiendo: