Me lancé al pueblo mágico de Tepoztlán para conocer en vivo y a todo color “Pueblito de Paz”, la nueva sección del hotel La Buena Vibra Retreat & Spa, que me encantó por su bellísima Stupa, construida sobre una piedra auténtica de la montaña Los Venaditos.
por Bianca Pescador
Fue un martes atípico.
Después de casi 2 horas, un grupo de periodistas y yo llegamos al hotel La Buena Vibra Retreat & Spa, ubicado en el pueblo mágico de Tepoztlán (FYI salimos 8 am del Auditorio Nacional de la CDMX).
Tomamos una clase de yoga suavecita, disfrutamos de un coffee break rico y saludable, recorrimos las hermosas instalaciones y elegimos un servicio para relajarnos. Las opciones eran spa (circuito de hidroterapia), montar a caballo o temazcal; elegí la tercera.
La experiencia –súper emotiva, poderosa y mágica– fue guiada por la mismísima Tanya Witmond, anfitriona de la tarde, lo cual agradecimos con el corazón. ¿Y es que a cuántas personas conoces que tengan un evento importantísimo y prefieran estar sudando y cantando en un temazcal con pura desconocida que estarse arreglando para las fotos de la prensa? Yo, a muy pocas… pero se llama coherencia.
Tanya y su esposo Paul Witmond son los fundadores del hotel, que ha conquistado a los apasionados del yoga, la meditación y el bienestar no sólo a nivel nacional, sino internacional, pues sus instalaciones son verdaderamente de primer nivel; no por nada cuentan con 7 diferentes sellos, distinciones y premios, entre ellos el de Tesoros de México, que certifica a los mejores hoteles y restaurantes de nuestro país.
LA STUPA DE LA PAZ
Enfocados en los servicios holísticos, para los fundadores era importante contar con instalaciones que no sólo cumplieran con los requisitos para organizar encuentros espirituales, retiros de meditación y festivales de yoga (como el Holistic Yoga Fest, que en marzo próximo celebrará su cuarta edición) porque eso –¡y mucho más!– ya lo ofrecen… Su deseo con “Pueblito de Paz” era superar todas las expectativas, ¡y lo lograron!
Visiblemente emocionados, tanto Paul como Tanya nos compartieron brevemente la aventura que significó la construcción de esta nueva área del hotel, que cuenta con 20 habitaciones cuádruples (con sábanas de 500 hilos, entre muchas otras amenidades), salón de usos múltiples (con una obra preciosa pintada a mano, traída de la India), salón de yoga (con un mural gigante del Árbol de la Iluminación, pintado a mano también), salón para ceremonias de fuego o cacao (¿alguien dijo “aquelarre”?), una salita de estar con chimenea (por si vas a romancear en pareja), una fogata (¡no podía faltar!), un restaurante de dos pisos (posiblemente vegetariano, todavía no lo deciden) y un jardín simplemente espectacular (con un Buddha importado desde Bali, que tardó año y medio en llegar porque #pandemia).
Definitivamente lo que roba la atención de «Pueblito de Paz» es la Stupa construida al centro del jardín sobre una piedra auténtica de la montaña Los Venaditos, que se decidió no demoler, sino aprovechar.
“Gracias a Paul por permitirme hacerlo porque al principio como que no quería, pero luego decidió que sí”, confesó Tanya durante su ameno discurso. “Pensamos ‘¿qué hacemos con la piedra?’ y yo dije ‘ponerle la Stupa en medio, hasta arriba’. Entonces vino un arquitecto avalado por el Dalai Lama para construirla con todas las especificaciones que piden los monjes”.
“Una Stupa es un monumento espiritual que refleja la armonía y la perfección de una mente iluminada, esta Stupa es de la Iluminación y nos invita a despertar y a promover la paz interior, la tranquilidad y el desarrollo de un corazón puro, y además pleno, lo cual es indispensable para lograr la paz universal”.
Tanya Witmond, fundadora del hotel La Buena Vibra Retreat & Spa
“Este monumento tiene mucho valor simbólico, con una dirección especial y una geometría sagrada. La Stupa fue realizada con diseños y proporciones exactas e instrucciones precisas; también está cargada de energía gracias a las ceremonias de los monjes, las cuales crean un potencial increíble y siembran la semilla de la iluminación, osea la mente del despertar.
“Para todos aquellos que la miran, que caminan alrededor de ella o simplemente son tocados por la sombra que proyecta, ésta en especial es una Stupa de la Iluminación que representa la mente iluminada del Buddha, la naturaleza de una mente totalmente despierta, y nos asegura que si el Buddah, teniendo un cuerpo humano, se pudo iluminar, también nosotros con un cuerpo humano tenemos la capacidad de llegar a este estado de iluminación con práctica, disciplina y determinación; no viene gratis, eso sí”, bromeó la anfitriona, quien también nos dio la clase de yoga (esto no lo había mencionado, pero es Budokon Yoga Teacher, whatever that means jeje).
“La estructura de la Stupa es una representación de las etapas en el camino hacia la iluminación. La base representa la ética y cómo debemos comportarnos en nuestra vida diaria, las escaleras representan las prácticas espirituales como la meditación, la introspección, el yoga, la repetición de mantras, etc., y el pináculo, que es la parte de hasta arriba, representa el resultado de esas prácticas, que es una mente iluminada. El interior está lleno de pequeñas estatuas de los diferentes Buddhas, también contiene textos del Dharma, -es decir, de las enseñanzas-, plegarias y mucho más. Con todo esto se magnifica y multiplica su significado, y con sólo estar cerca de la Stupa se recibe el beneficio de la paz y el bienestar, que espero ustedes puedan sentir también”, expresó el lado yin de los Witmond.
Cabe mencionar que el venerable Geshe Sherab, con la bendición del Dalai Lama, ha consagrado la Stupa de la Paz en dos ocasiones: el 29 de octubre de 2021 y el 13 de noviembre de 2022.
Así que ya sabes, si eres maestra de yoga, meditación o una brujita emprendedora y tienes ganas de organizar un retiro, ¡¡¡este es el lugar perfecto!!! Bellísimo, elegante y lleno de buena vibra.