Forever alone, forever in love

Por: Marly

¡Hola hermosas! Como podrán notar, estoy de invitada en este maravilloso blog y en esta especial ocasión quiero compartirles una reflexión sobre un tema que a algunas de nosotras nos causa un poco de conflicto, sobre todo por la fecha que se aproxima. Sí, esa en la que no dejamos de ver corazones, globos, chocolates y rosas pasar por todos lados: San Valentín.

Muchas nos escudamos en el tan famoso “Sólo es una estrategia de mercadotecnia” para no hacernos partícipes de la celebración máxima del amor de pareja. Pero la verdad es que a muchas (y a muchos) nos despierta esa ‘incomodidad’ cuando sabemos que estaremos más solos que un refresco en el desierto, ¿o no?

En mi soltería reloaded no ha sido una persona, sino varias, quienes me han dicho que “ya llegará un buen hombre”, ¿pero saben? Yo no busco ni tengo la ilusión de que llegue ese utópico ‘buen hombre’, de hecho me siento bastante bien conmigo misma y no siento ningún tipo de necesidad de estar en pareja… los envidiosos dirán que estoy en la negación.

 

 

Cuando terminas una relación seguramente notarás de la gente que te rodea ciertos gestos de “¡ay, pobrecita!”, comentarios sobre el tiempo en que ‘re-harás tu vida’ y cosas así que la verdad ¡uff! En cambio, cuando llevas tiempo sin pareja no faltan las indirectas de “¿para cuándo el novio?” o que ya te quedaste ‘para vestir santos’. –¿En serio?–

Con esto viene a mi mente no una, sino varias preguntas:

  • ¿Por qué es necesario estar con alguien para que no te tengan lástima?
  • ¿Por qué todo mundo siente “penita” por el/la forever alone?
  • ¿Por qué la gente piensa que es una regla estar en pareja?
  • ¿Por qué realmente nos incomoda a los solteros el no tener con quién pasar el día del amor?

 

A todo esto creo fielmente que, en primer lugar, a la persona que más debemos AMAR por sobre todas es a nosotras mismas. Se lee como cliché, quizás lo sea, pero eso no le quita que esté lleno de verdad.

 

El amor propio es algo que deberían enseñar en todas las escuelas desde que somos pequeños, los padres de familia deberían tomar cursos de cómo enseñar a sus hijos e hijas a tener una buena autoestima. Créanme, la sociedad sería otra.

 

He leído algunas frases en las que dicen que nos complementamos con la pareja y demás. Yo, sinceramente, considero que para poder compartir nuestras vidas con otros, primero tenemos que estar completas, plenas, felices, ser independientes en todo sentido y realizarnos en lo que deseemos. Después podemos compartir esa vida maravillosa con alguien, sólo si así lo queremos.

El estar solas un 14 de febrero no es el fin del mundo, tampoco motivo de vergüenza, ni nos hace parias de la sociedad. Hay que tener un poquito más de seguridad y amor propio, confianza en nosotras mismas y no creer que millones de ojos nos criticarán al salir solas o sin pareja a algún lugar… Ni que fuéramos Lady Gaga en el Super Bowl…Por cierto, ¡qué show más increíble!, jaja.

Así que les puedo recomendar que disfruten su tiempo de soltería, que lo aprovechen y que se guíen por lo que les dicte su corazón. Lo que los demás piensen o crean se respeta, pero no debe determinar ninguna postura sobre nuestras propias vidas.

¡Besos hermosas! <3

Marly

pd. espero que les haya gustado esta reflexión. Las invito a visitarme en mi blog Marly Beauty Tips y si gustan darse una vuelta por mis redes sociales, las espero allá también: Facebook, Twitter, Instagram, Youtube.

Si les late seguir leyendo sobre amor, ¡¡no se pierdan los demás textos de la Edición Blogger 01: Especial de amor!! 

 

Acerca del autor
𝗠𝗮𝘇𝗮𝘁𝗹𝗲𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝗻𝗮𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, chilanga de corazón. Después de haber sido editora de sociales, belleza y estilo de vida de las revistas más reconocidas de México, 𝗵𝗼𝘆 𝘀𝗼𝘆 𝗲𝗱𝗶𝘁𝗼𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼𝘀, 𝗯𝗹𝗼𝗴𝗴𝗲𝗿 𝘆 𝗽𝗼𝗱𝗰𝗮𝘀𝘁𝗲𝗿 (Entre Brujas y Kabbalah 20/20). Amante del latte, los viajes y los animales, me gusta leer, escribir, bailar, practicar yoga y andar en bici. 𝗗𝗼𝘆 𝗰𝗹𝗮𝘀𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗽𝘆𝘄𝗿𝗶𝘁𝗶𝗻𝗴, 𝗿𝗲𝗱𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀, 𝗺𝗮𝗿𝗸𝗲𝘁𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗶𝗴𝗶𝘁𝗮𝗹 𝗮𝗻𝗱 𝗲𝘃𝗲𝗿𝘆𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴 𝗶𝗻 𝗯𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻. Me declaro fan del hummus, el aguacate y las galletas María. Confieso que muchas veces me caen mejor los perros que las personas, por eso soy voluntaria asociada de la Fundación 𝗟𝗮 𝗦𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗘𝘀𝘁𝗲𝗿𝗶𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻.

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