Etiqueta y Protocolo

Toda la vida he sido fan de tomar cursos y cursos, y entre ellos no podían faltar los de “buenos modales”. Recientemente tomé uno con la experta en etiqueta moderna y protocolo internacional, Lynda Rodríguez, a quien me di a la tarea de buscar para consultarle las dudas más comunes a fin de no regarla en reuniones sociales de toda índole. Porque típico que tiras la copa de vino tinto sobre el mantel blanco en casa de tu suegra y dudas si la siguiente mejor idea es irte a esconder al baño el resto de la noche. No que me haya pasado…

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EN LA MESA

Si no como carne, tengo alergias o me siento mal, ¿qué hago?

Avisarlo con naturalidad.

¿Qué hago si se me cae un cubierto?

En un restaurante no se recoge, el mesero se encarga. En casa ajena lo recogemos nosotros.

Me están llamando, ¿contesto?

Si tienes que contestar, lo más educado es pedir permiso inmediatamente y tomar la llamada lejos de la mesa.

¿Debo dejar comida?

Sólo se dejan en el plato los restos de alimentos que no se puedan tomar con el tenedor. Lo demás debe comerse.

Si no me gusta la comida que sirven, ¿qué hago?

En casa ajena debemos comerla aunque no nos guste. La única excepción, de acuerdo con la etiqueta social internacional, es cuando somos alérgicos o va en contra de nuestra religión.

¡Me urge ir al baño!

Pide permiso educadamente y ve al baño. No pasa nada, la etiqueta es actuar con discreción y naturalidad.

Voy a estornudar, ¿me levanto de la mesa?

El estornudo es una reacción casi imposible de controlar. Toma tu servilleta y estornuda en ella, siempre tratando de alejarte del plato, la mesa y el comensal de al lado.

No hay perchero, ¿dónde pongo la bolsa?

Detrás de ti, entre la espalda y el espaldar de la silla, o en la esquina del espaldar del lado izquierdo; incluso en el suelo, siempre del lado izquierdo.

¿Cómo pongo los cubiertos una vez que terminé de comer?

Si imaginamos que el plato es un reloj, la posición correcta sería a las 4:20; el tenedor con lo cóncavo hacia arriba y el filo del cuchillo hacia adentro del plato.

Se me cayó la copa de vino tinto sobre el mantel blanco, ¿dónde me escondo?

Actúa con naturalidad. Pregunta si hay algún producto para limpiar y ofrécete. Si estás en casa ajena lo ideal es reponer el mantel y cualquier elemento que se haya dañado a causa del derrame.

protocolo5¿Cuánto pan (cacahuates o aceitunas) es prudente comer?

No hay una cantidad “correcta”, así que come todo lo que desees, pero procura hacerlo con moderación para que no parezcas muerto de hambre.

¿Dónde me siento si no hay lugares asignados?

Si eres invitado, espera a que el anfitrión te diga dónde. Si tú eres el anfitrión, siéntate en la cabecera de la mesa, si es posible viendo hacia la puerta del lugar. Para sentar a los invitados lo ideal es intercalar hombre y mujer. Los matrimonios no deben sentarse juntos para evitar que se queden conversando entre ellos toda la noche.

¿Quién se sienta en la cabecera?

El anfitrión. Si hay dos, por ejemplo, marido y mujer, cada uno se sienta en una de las cabeceras.

“Brincó” mi comida y manché al de junto, ¿corro?

Mejor actúa con rapidez y ayúdale a limpiarse. Si manchaste a algún invitado en tu casa, ofrécele una prenda limpia que pueda vestir y manda a lavar inmediatamente la pieza sucia.

Bendecir la comida o dar gracias, ¿aplica hacerlo en público?

Sí. Si es costumbre hacerlo en familia, lo correcto es esperar la bendición antes de empezar a comer. Si tú sueles hacerlo y el resto no, basta con hacerlo individualmente con discreción.

Las fotos, de la comida y de la gente, ¿cuándo sí y cuándo no?

Sí se puede, siempre y cuando no interrumpas alguna ceremonia, conversación o corte la buena atmósfera del encuentro.

¿Al mesero se le habla de tú o de usted?

De usted. A menos que sea una persona de confianza, muy joven o con la que tengas cierta familiaridad.

Si no está bien decir “provecho”, ¿qué digo?

“Que disfrutes la comida”.

¿Cómo actuar si el mesero tira la comida sobre mí o alguien más?

Tómalo con naturalidad y serenidad. Los meseros son seres humanos, y como todos, tienen derecho a tener un accidente o equivocarse.

¿Qué pasa si alguien hace comentarios fuera de lugar?

Trata de cambiar el tema. Si no procede y los comentarios o la actitud son muy intensos, irrespetuosos o van en contra de tus principios, puedes perfectamente disculparte y retirarte de la mesa o del lugar. La etiqueta es respetar al otro, pero primero a nosotros mismos.

¿Qué tan de buen gusto es ser el bufón de la reunión?

Una persona con buen sentido del humor resulta siempre socialmente agradable pero, obviamente, sin pasarse o querer ser el centro de atención todo el tiempo. Lo mucho cansa y lo poco divierte.

Supersticiones en cuanto a la sal, ¿qué es lo ideal?

Simplemente acércala hacia el comensal que la requiera poniéndola sobre la mesa.

¿Qué hacer cuando uno de los invitados es grosero con el mesero?

Trata de suavizar el humor del comensal y relajar el ambiente, puedes incluso cambiar de tema para aligerar la atmósfera. Si quieres ser considerado con el mesero, pídele disculpas discretamente por el mal momento ocurrido.

¿Qué hago si la persona de junto me acapara y yo quiero platicar con todos?

Puedes usar la excusa de que vas a la barra a buscar una bebida, al baño o a saludar a una persona que hace tiempo no ves. Recuerda hacerlo con naturalidad y aprovechar un rápido silencio en la conversación.

En una comida familiar, ¿se vale repetir platillo?

Por supuesto, siempre y cuando no retrase el curso de la comida —en el caso de que estén todos comiendo al mismo tiempo.

¿Cuándo es válido llegar acompañado?

Aunque haya familiaridad, lo correcto es siempre preguntar si se puede llevar a alguien.

 

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EN CUANTO A NIÑOS

¿Cómo llamarle la atención a un niño si llora en plena comida?

Con amor y educación. Si está incontrolable lo correcto es que la madre, padre o tutor se lo lleve a otro salón donde no interrumpa a los demás, hasta que se calme.

¿Cuándo sí y cuándo no llevar niños a los convivios?

Siempre que sea un lugar apropiado, la hora adecuada y que los anfitriones hayan indicado que sí estaba permitido. Si tienes duda, pregunta.

 ¿Se les debe preparar algo especial?

Si tu hijo es alérgico o especial a algo, lo ideal es llevar su comida preparada. Si en cambio tú eres el anfitrión y vas a recibir niños en tu hogar, prepara un menú que sea atractivo o acorde para ellos.

¿Cómo decir “no niños” sin que la gente se ofenda?

Con delicadeza y buenas palabras todo se puede decir. Puedes utilizar el pretexto de que te encantaría decir sí, pero por la hora, el lugar, el espacio —o porque habrá bebidas alcohólicas— en esa ocasión no van a poder recibir niños.

 ¿Hay que poner una mesa especial para los peques?

Por supuesto. Los niños son niños y hay que tenerles un espacio o entretenimiento acorde con su edad.

 

protocolo4APLICADO A LOS NEGOCIOS

¡No hagas osos delante de tu jefe!

¿Quién paga la cuenta?

Quien convoca la reunión.

¿Se vale pedir bebidas alcohólicas?

Sí, acompañar con un vino nunca queda mal.

¿Hay que ordenar dentro de algún rango de precio?

Sí, lo más elegante es pedir siempre uno de los platillos más económicos de la carta o con un costo menor del plato que quien invita está pidiendo.

¿Qué tipo de lugar es el adecuado?

Depende de la formalidad del encuentro. Lo ideal es un sitio tradicional donde no haya mucho ruido, movimiento de gente o música fuerte que impida conversar y negociar.

¿Qué tan personal debe ser la conversación?

Un profesional a carta cabal es agradable y cercano, pero nunca mezcla su vida íntima y demasiado personal en su ambiente de trabajo. Es mejor evitar excesivas familiaridades para mantener cierto respeto y distancia en orden de conservar con todos un trato profesional.

¿En qué momento se toca el tema de los negocios?

Normalmente después de la entrada, pues el inicio de un encuentro siempre se hace para romper el hielo.

Si me llaman, ¿contesto?

Si es urgente, sí, pide permiso y retírate de la mesa para responderla.

 ¿Cuándo aplica el bar?

¿Para negocios? ¡Nunca!

Acerca del autor
𝗠𝗮𝘇𝗮𝘁𝗹𝗲𝗰𝗮 𝗱𝗲 𝗻𝗮𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, chilanga de corazón. Después de haber sido editora de sociales, belleza y estilo de vida de las revistas más reconocidas de México, 𝗵𝗼𝘆 𝘀𝗼𝘆 𝗲𝗱𝗶𝘁𝗼𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼𝘀, 𝗯𝗹𝗼𝗴𝗴𝗲𝗿 𝘆 𝗽𝗼𝗱𝗰𝗮𝘀𝘁𝗲𝗿 (Entre Brujas y Kabbalah 20/20). Amante del latte, los viajes y los animales, me gusta leer, escribir, bailar, practicar yoga y andar en bici. 𝗗𝗼𝘆 𝗰𝗹𝗮𝘀𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗽𝘆𝘄𝗿𝗶𝘁𝗶𝗻𝗴, 𝗿𝗲𝗱𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀, 𝗺𝗮𝗿𝗸𝗲𝘁𝗶𝗻𝗴 𝗱𝗶𝗴𝗶𝘁𝗮𝗹 𝗮𝗻𝗱 𝗲𝘃𝗲𝗿𝘆𝘁𝗵𝗶𝗻𝗴 𝗶𝗻 𝗯𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻. Me declaro fan del hummus, el aguacate y las galletas María. Confieso que muchas veces me caen mejor los perros que las personas, por eso soy voluntaria asociada de la Fundación 𝗟𝗮 𝗦𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝘀 𝗹𝗮 𝗘𝘀𝘁𝗲𝗿𝗶𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻.

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